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Latest News V2 9 de marzo de 2025

Reconstruyendo embudos para hoteles en Málaga en la era post-cookies

Writen by kike

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9/3/2025 – Por Kike, que hoy lleva ya 3 cafés…

Vale, este es mi tercer intento de escribir este artículo. Los dos primeros acabaron en la papelera virtual porque sonaban demasiado… no sé… ¿artificiales? ¿corporativos? Porque seamos sinceros, ¿a quién narices le apetece leer OTRO post sobre «estrategias de marketing adaptativas en el entorno post-cookies»? A NADIE. Así que voy a contaros lo que realmente ha pasado estos meses con nuestros clientes hoteleros en Málaga. Sin anestesia.

¡Menudo desastre! (O cómo todo se fue a pique)

Retrocedamos al fatídico jueves 13 de enero… (sí, era 13, lo comprobé en mi calendario porque estas cosas no se inventan). Estaba yo tan tranquilo desayunando cuando me llegó LA LLAMADA. Era Miguel, dueño de un hotelito con encanto cerca del puerto.

—Kike, estamos jodidos. Las reservas han caído un 40% desde la semana pasada.

Casi escupo el café. Revisamos los datos y efectivamente, el grifo se había cerrado. ¿La causa? Las dichosas actualizaciones de privacidad. Ni remarketing, ni segmentación por comportamiento, ni seguimiento entre dispositivos… NADA funcionaba como antes.

Y no fue solo Miguel. En las siguientes 72 horas recibí llamadas similares de otros 4 clientes. Todos hoteles. Todos en Málaga. Todos desesperados.

El primer gran reto al que nos enfrentamos

Vale, esto merece una explicación. Al principio todos estábamos bastante perdidos, incluso los gurús del sector andaban probando diferentes enfoques.

Una de las primeras estrategias que vi implementar en el sector (y que por suerte identifiqué a tiempo como problemática) fue el uso de pop-ups intensivos solicitando datos. Algunos competidores estaban literalmente bloqueando el acceso a la información: «Deja tu email o no podrás ver nuestras ofertas».

Vi un caso de un hotel (afortunadamente no cliente mío) que pasó de una tasa de rebote del 34% a más del 80% en cuestión de días.

Esto me confirmó algo que siempre he defendido: las tácticas agresivas están más muertas que mis plantas (y eso que tengo cactus, que se supone que no necesitan casi agua… pero ese es otro tema).

Lo que SÍ está funcionando (después de muchos intentos fallidos)

A ver… después de probar 8 millones de cosas (vale, exagero, fueron como 12), por fin dimos con algunas que realmente marcan la diferencia:

1. Contenido que MOLA (no el típico blablablá)

Uno de mis clientes tiene un hotel cerca de la plaza de la Constitución. Durante años su web tenía el típico «Disfrute de nuestras lujosas instalaciones bla bla».

Le convencí para que el personal compartiera sus sitios favoritos. El cocinero reveló dónde compra el pescado más fresco. La recepcionista de noche, qué bares tienen música en directo sin turistas. El conserje, que lleva 30 años en el barrio, mapeó una ruta para ver grafitis increíbles que ni siquiera salen en Instagram.

¿Resultado? El tiempo en página pasó de «me aburro y me voy» a «wow, quiero guardar esto para mi viaje». Y las reservas empezaron a subir sin necesidad de perseguir a nadie con anuncios.

2. El trueque digital (mi idea a las 3 AM)

Estaba yo una madrugada, con insomnio (gracias, ansiedad, mi vieja amiga), cuando pensé: ¿y si en vez de intentar ROBAR datos, INTERCAMBIAMOS valor?

Para un hotel de playa, creamos una «Guía definitiva de calas secretas de Málaga Este». No las típicas playas que salen en todas las guías. Hablamos de esas calas donde solo van locales, con fotos reales (no esas perfectas de Instagram), incluyendo cómo llegar, dónde aparcar, si hay cobertura o no (IMPORTANTE), y si tienen chiringuitos decentes.

Para descargarla: 1) email y 2) ¿viajas solo, en pareja o familia? Solo dos datos, pero ÚTILES.

El 68% de los visitantes la descargó. Y cuando les mandamos emails con ofertas adaptadas (ej: habitaciones familiares a quienes indicaron que viajan con niños), la tasa de apertura fue del 52%. ¡Cincuenta y dos por ciento! Mi jefe anterior me habría acusado de manipular las métricas si le hubiera presentado ese número.

Herramientas que uso (sin sonar a anuncio, lo prometo)

No voy a hacer el típico listado de «las 10 mejores herramientas» porque:

  1. Seguro que cuando leas esto, ya hay otras mejores
  2. Probablemente no tienes presupuesto para la mitad
  3. Me da pereza escribir ese tipo de contenido

Pero sí hay DOS que me han salvado la vida:

La alternativa a Google Analytics que no espía a la gente

Después de probar como 7 plataformas diferentes (y casi arrancarme el pelo en el proceso), encontré una que funciona con CERO cookies. No, no es Matomo ni Plausible (aunque ambas están bien).

La uso para todos mis clientes y nos da datos suficientes para tomar decisiones sin ser espeluznantes. Si me escribes un email, te cuento cuál es, pero no quiero que esto parezca spam.

Mi sistema casero de personalización contextual

Vale, esto va a sonar a chapuza pero FUNCIONA: montamos un sistema que cambia el contenido de la web según:

  • La hora del día (si entras a las 2AM ves ofertas de check-in tardío, no el típico banner de «¡Buenos días!»)
  • El tiempo que hace EN ESE MOMENTO en Málaga (si llueve, actividades indoor)
  • Si hay algún festival/evento (sin necesidad de saber quién eres)

Lo montamos con WordPress + 3 plugins + algo de código customizado. No es perfecto pero ha subido conversiones un 16% y puedo dormir por las noches sin sentirme un acosador digital.

Historias reales (con nombres falsos por obvias razones)

El Hotel Aurora (que en realidad se llama de otra forma)

Carmen (nombre inventado) tiene un hotel boutique con 12 habitaciones. Cuando las cookies se fueron al garete, su ocupación bajó al 40%.

Implementamos un sistema radical: CERO cookies. En cambio, en su web añadimos un «configurador de experiencias» donde los visitantes ELIGEN qué quieren:

  • Relax vs. Aventura
  • Gastronomía local vs. Internacional
  • Con niños vs. Plan romántico

Según lo que marcan, la web se adapta INSTANTÁNEAMENTE mostrando contenido relevante. Y lo mejor: el usuario está FELIZ de decirte lo que quiere.

Resultado: 8 meses después, ocupación al 72% y subiendo.

Los Apartamentos El Faro (otro nombre ficticio)

Estos apartamentos gastaban 3.000€/mes en Google Ads con retargeting intensivo. Cuando eso dejó de funcionar, casi entran en pánico.

Les propuse algo diferente: crear una «Lista de espera VIP» donde los interesados reciben alertas de:

  • Cancelaciones de última hora con 20% descuento
  • Ofertas para fechas con baja ocupación
  • Paquetes con experiencias exclusivas

La gente se APUNTA VOLUNTARIAMENTE, dando su email y fechas preferidas.

Ahora gastan 1.200€/mes en publicidad y tienen MEJOR ocupación que antes.

Lecciones aprendidas (a base de porrazos)

Si gestionas un hotel en Málaga o cualquier negocio turístico, te dejo lo que he aprendido estos meses:

  1. Sé brutalmente honesto: Haz el ejercicio de ver cuánto dependías de cookies. Yo lo hice con mis clientes y era entre 60-85%. Aterrador pero necesario saberlo.
  2. Deja de esconderte: La transparencia ya no es opcional. Tuve clientes que se resistían a decir claramente qué datos recogían y para qué. Cuando finalmente lo pusimos en términos que cualquiera entiende (no esa jerga legal), la confianza aumentó.
  3. El contenido manda, joder: Y no hablo de contenido genérico. Hablo de cosas que NADIE MÁS puede contar. Un hotel puede tener las mismas instalaciones que otros 20, pero su personal tiene experiencias y conocimientos únicos de la zona. EXPLÓTALOS.
  4. La búsqueda por voz es la hostia: La optimización para búsquedas por voz me está dando resultados brutales. La gente no busca «hotel barato málaga» sino que pregunta «oye, ¿dónde me puedo quedar en Málaga que esté bien de precio y cerca de la playa?». Y esto cambia toda tu estrategia de posicionamiento.
  5. Redes sociales = entretener, no vender: Mi Instagram era un catálogo glorificado. Ahora es un canal donde compartimos historias reales, momentos graciosos, consejos de locales… Y las interacciones se han multiplicado x4.

Por qué esto me tiene emocionado (aunque suene friki)

Os voy a confesar algo: Por primera vez en mucho tiempo, me siento como cuando empecé. Todo es nuevo. Las reglas han cambiado. Y los que nos atrevemos a experimentar tenemos ventaja.

La desaparición de las cookies me dio pánico al principio. Ahora creo sinceramente que es lo mejor que podía pasar. Nos obliga a ser más creativos, más humanos, más honestos.

Para los hoteles en Málaga que tengan la valentia de adaptarse, esto no es el fin, sino un nuevo comienzo. Las estrategias que estamos probando no solo están aumentando ventas, sino que están construyendo relaciones con clientes que vuelven año tras año.

Y como agencia que acaba de empezar, entiendo perfectamente lo que es arrancar sin un presupuesto enorme ni tráfico consolidado. Pero créeme cuando te digo que nunca ha habido un momento mejor para los recién llegados que se atrevan a hacer las cosas de forma diferente.

Si quieres charlar sobre cómo aplicar estas ideas a tu caso particular, mi email está al final. No te prometo milagros, pero sí un café y una charla sincera sobre lo que puede funcionar para ti.

Y ya para acabar: lo siento si este post no ha sido el típico artículo «profesional» lleno de jerga marketiniana y promesas de éxito instantáneo. Pretendía ser sincero, no impresionar. Si te ha servido, coméntamelo abajo, y si crees que estoy equivocado, también. Que para eso estamos, para aprender unos de otros.

¿Has pasado por algo similar? ¿Has probado alguna de estas ideas locas? Cuéntame tu experiencia en los comentarios y hablamos.

Kike – El tío que sobrevivió al apocalipsis de las cookies y vive para contarlo. (kikeaguilar@drclaymore.com)

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